En la región Huancavelica, el alcalde y otras autoridades de la municipalidad provincial de Angaraes fueron azotados por el párroco de la ciudad con la intención de que este 2020 no olviden su compromiso con el pueblo.

Tras la misa, el sacerdote José Raúl Ayuque Tornero se acercó a las autoridades y “castigó” en primera instancia al alcalde Jaime Dávila Munarriz con cuatro latigazos y luego procedió a hacer lo mismo con los demás funcionarios.

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Mientras ejecutaba los latigazos el cura les recordaba en quechua que su principal función es servir a la población y terminaba con la frase “en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.

Es tradicional en Huancavelica que las nuevas autoridades reciban azotes para que no olviden su compromiso con la comunidad.

Un caso reciente con gran repercusión fue el del alcalde de Yauli, Silvestre Soto Olarte, quien tras jurar en el cargo a inicios de 2019 recibió tres latigazos del presidente de la comunidad de Chopqa, Pablo Ataypoma Soto, durante una actividad pública.