El exministro de Salud, Fernando Carbone, opinó que, si los comportamientos de riesgo en la ciudadanía continúan, nos van a llevar a una situación de peligro extremo que representa el último peldaño de gravedad en la marcha casi indetenible de la segunda ola de COVID-19.

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“Las medidas que se han tomado son similares a las de otros países donde hay comportamientos distintos, según la región. Cuando empezó el problema se focalizó en Lima, luego pasó a la selva, de ahí al norte, siguió por el centro y terminó en el sur; es decir, se produjo una elevación de casos de todo tipo”, explicó el galeno.

Sostuvo que la cadena de contagio familiar se inicia con la imprudencia de los jóvenes, al resultar portadores del virus por el afán de permanecer en distintas situaciones sociales. “Es triste porque nadie reconoce el riesgo que corrió cuando acudió a la playa, a una fiesta covid o a comprar. Son los que vemos en las puertas de los hospitales pidiendo oxígeno o camas UCI”.

Carbone dio detalles de la importancia de las camas UCI para aquellos pacientes que realmente las necesitan, y no necesariamente para COVID-19, ahora también, insistió, son para cualquier ciudadano que presente una severa emergencia sea cual fuere la gravedad.

“Hay infartos, accidentes, quemaduras, pacientes en coma, problemas de cáncer. En otras palabras, las camas UCI han regresado a atender a quienes las necesiten. Hubiera sido inhumano poner un letrero diciendo que sólo se deben reservar para los covids. Y que pueden aumentar los casos porque hay una serie de conductas de riesgo que estamos viendo”, puntualizó.