En vísperas de la celebración del Año Nuevo, especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud) brindan alternativas saludables para la preparación de la tradicional cena familiar para personas que sufren de enfermedades oncológicas, teniendo en cuenta que son bastante vulnerables sobre todo en esta época de pandemia.

Lorena Lozano, nutricionista del Hospital Guillermo Almenara, advierte que este grupo de pacientes corren el riesgo de tener una infección más prolongada si llegan a contagiarse del COVID-19, por lo que es importante no descuidar su alimentación y así evitar complicaciones.

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La especialista señala que el cáncer es un problema de salud pública, siendo los más comunes el de próstata, mama, estómago, colorrectal y de cuello uterino. En ellos, existe un peligro latente ya que tanto la enfermedad como sus tratamientos amenazan el equilibrio de su nutrición, en especial los desbalances alimenticios que surgen con las celebraciones de fin de año.

“En la alimentación de un paciente con cáncer se debe priorizar la presencia de frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos, aceite de oliva, lácteos, pescado y carnes de ave. Asimismo, se debe evitar el consumo de piel de aves, carnes rojas, alimentos ultra procesados, reducción de azúcares y alimentos fritos”, precisó la nutricionista.

Una importante opción para la cena de Año Nuevo son los tamales de quinua con pescado al romero, acompañado de ensalada cocida con palta y chía. A esto se le puede adicionar una gelatina payaso (papaya, fresas) y agua de muña como refresco.

Asimismo, se puede aprovechar algunas frutas de temporada como acompañamiento (pitajaya, arándanos, tuna, papaya o manzana al horno). Estos alimentos brindan un importante aporte nutricional por ser antioxidantes y ser fuente de vitamina A y C.

Otra alternativa es un suculento puré de camote relleno de pollo con verduras cocidas y champiñones. De postre macedonia de frutas con chía o linaza y de refresco agua de canela con membrillo. También, se puede considerar papas coctel con hierbas aromáticas con trozos de pavita al romero, verduras cocidas y champiñones. Esto puede ir acompañado de una compota de membrillo rayado y de tomar chicha morada con piña.

Otros platillos a considerar son las cremas de espárragos, zapallo y algunos aliños como el yogurt light y aceite de oliva, que hacen de este banquete el propicio para esta celebración de fin de año.

La nutricionista de EsSalud añadió que debe considerarse el uso de lácteos (leche o yogurt) bajos en grasa y en algunos casos deslactosados, según la edad y las necesidades nutricionales del paciente. En cuanto a las carnes, indicó comer dos porciones al día en promedio y priorizar el consumo de pescado de 3 a 4 veces a la semana.

En el caso de los cereales como el arroz, los fideos, panes o productos de pastelería, las porciones a consumir dependerán de la edad y peso del paciente. Las menestras deben ser consumidas según el grado de aceptación; las verduras y frutas no deben faltar por ser alimentos esenciales por su aporte de vitaminas y minerales. Estas deben ser de diversos colores, porque cada pigmento aporta un antioxidante diferente.

La especialista subrayó que es importante evaluar a los pacientes oncológicos para detectar el riesgo nutricional en las primeras etapas de la enfermedad.

Independientemente del índice de masa corporal y del historial de peso, se deben realizar intervenciones nutricionales con planes individualizados, que permitirá disminuir la inflamación y el estrés hipermetabólico.

Dato

En el año 2020, el Perú tuvo una incidencia de 70,640 casos de pacientes con cáncer, un mayor nivel en 6% frente a lo registrado en el 2018. 

Con información de EsSalud