Ministerio de Cultura condena maltrato a niños de comunidad awajún
Hechos de violencia contra menores de edad en la comunidad awajún fueron grabados en video. Foto: Captura TVPerú Noticias.
Tras difundirse un video donde se registra un hecho de violencia contra menores de edad en la comunidad awajún, el Ministerio de Cultura (Mincul) emitió un pronunciamiento para rechazar lo ocurrido en esta parte de la Amazonía peruana.
En el video se observa a dos hombres obligar a niños a dar vueltas sobre una alfombra de ishanga, una ortiga tropical, a fin de “corregir su comportamiento”. Según especialistas, esta planta puede causar dolor, ardor y picazón durante varios días.
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"Desde el Mincul se ha tenido acceso a un video que viene circulando en las redes, que evidencia maltrato a niños de una comunidad indígena awajún, acto que denunciamos firmemente", indicaron.
AUTORIDADES TOMAN ACCIONES TRAS MALTRATO EN COMUNIDAD AWAJÚN
Ante lo ocurrido, el Mincul informó que el viceministerio de Interculturalidad viene coordinando con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) y las autoridades competentes para garantizar la protección de los niños, "asegurando que todas las acciones se realicen con pertinencia cultural".
"El Ministerio de Cultura trabaja de manera intersectorial reafirmando su compromiso con los pueblos indígenas u originarios, y asegurando el respeto y la protección de los derechos de los más vulnerables, en particular de las niñas, niños y adolescentes", finaliza el pronunciamiento del sector.
¿QUÉ PASÓ CON LOS NIÑOS DE LA COMUNIDAD AWAJÚN?
El video, que ha circulado recientemente, muestra a dos menores de una comunidad awajún siendo sometidos a un castigo físico brutal "presuntamente para que adquieran virilidad". Los menores son obligados a dar vueltas sobre una alfombra de ishanga, una planta con espinas, mientras gritan de dolor.
Euner Kajekui, un joven de la comunidad awajún, explicó que esta práctica, aunque dolorosa, ha sido normalizada en algunas comunidades indígenas. Kajekui, quien también fue sometido a esta forma de castigo desde los 7 hasta los 15 años, denunció que se utilizaba para intentar cambiar el comportamiento de los niños, especialmente en relación con su orientación sexual.
La abogada Claudia Zumaeta tipificó estas prácticas como delitos contra la vida, el cuerpo y la salud de los menores, calificándolas de violencia psicológica.