Uno de cada 10 peruanos sufre de enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica es una enfermedad no trasmisible que afecta a 850 millones de personas en el mundo. En Perú, se ha convertido en un problema de salud pública que afecta a 1 de cada 10 personas, es decir, cerca de 3 millones de peruanos sufren enfermedad renal crónica y muchos de ellos no lo saben.
Esta enfermedad se genera cuando los riñones pierden la capacidad de filtrar la sangre originando que los desechos se acumulen en el organismo, lo que pone en riesgo la salud de los pacientes.
“La enfermedad renal crónica no presenta síntomas hasta estar en etapa avanzada. Por ello, es muy importante conocer quiénes son las personas con mayor riesgo a desarrollarla, como pacientes con diabetes mellitus e hipertensión arterial. Estas dos enfermedades deben ser detectadas a tiempo, pues si no son controladas correctamente podrían originar graves alteraciones en los riñones que aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia renal crónica”, señaló la nefróloga Dra. Ana Aguilar Rodríguez, de Fresenius Medical Care del Perú.
Por este motivo, la especialista da a conocer quiénes son las personas con mayor riesgo y los principales factores que aumenta el desarrollo de la enfermedad renal crónica:
- Diabetes Mellitus: Es el aumento de azúcar en la sangre por disminución de la insulina. A largo plazo, la diabetes mellitus puede afectar diversos órganos, entre los cuales se encuentran los riñones.
- Hipertensión Arterial: Es el incremento de la presión arterial. A largo plazo puede ocasionar enfermedad renal crónica sobre todo cuando la hipertensión no está bien controlada.
- Otros factores de riesgo: Mayores de 60 años, sobrepeso u obesidad, dislipidemia (colesterol elevado), enfermedad cardiovascular, familiar con enfermedad renal, consumo de tabaco, entre otros.
Cabe resaltar que la enfermedad renal es considerada una enfermedad catastrófica, pues el número de casos cada vez está aumento en nuestro país y en todo el mundo, además de tener una elevada mortalidad y asociarse a graves complicaciones. Mantener un estilo de vida saludable, con la alimentación, actividad física y chequeos preventivos, es fundamental para la prevención de la enfermedad.