Nuestra flora intestinal, formada por 100 trillones de bacterias, es muy importante para que nuestro organismo funcione óptimamente. Vida Sana, segmento de ‘7.3 Noticias’, elaboró este especial sobre cuáles son los beneficios específicos y como cuidar a estos socios de nuestra salud.   

Se conforma en los dos primeros años de vida. Estos microorganismos (más de 400 especies) se encuentran desde la boca hasta la parte final del intestino grueso, en donde cumplen con diversas funciones.

Las bacterias en el tracto digestivo constituyen un escudo contra infecciones y estimulan a nuestro sistema inmune. Además, ayudan a la digestión de algunos alimentos. También, las microbacterias en la flora intestinal son forman elementos nutritivos y también forman vitamina K (esencial en el proceso de coagulación).

La flora intestinal utiliza la fibra para dar lugar a ácidos grasos, que sirven como fuente de energía y mantienen la salud de tejidos del hígado, músculos y el colon.

Debemos cumplir ciertos hábitos para no deteriorar nuestra salud. Es desfavorable abusar de antibióticos, laxantes, tabaco o consumir drogas.  También debemos mantener una actividad física adecuada, una dieta rica en fibra (verduras y frutas), probióticos (yogures) y pobre en grasas.

La ciencia ha constatado que la reducción de la flora intestinal (microbiota humana) está conectada con enfermedades contra el sistema inmunológico: desde alergias, enfermedad inflamatoria intestinal, diarreas, hasta cáncer de colon y obesidad.

Para mantener niveles adecuados de fibra se recomienda comer: Verduras, como alcachofas, guisantes, coliflor, espinacas, betarraga; frutas, como la palta, frambuesa, limón, mora, plátano, naranja. Legumbres, como las habas, soya, lenteja, garbanzo; cereales, como el salvado de trigo, avena, pan integral  o pan de centeno. También, frutos secos: avellana, castañas, semillas de girasol, nueces; frutas disecadas, como pasas, ciruelas, higos.