Padre salva a su pequeño hijo al donarle un segmento de su hígado
La falla hepática aguda que sufría lo ponía en riesgo de muerte, pero su padre tuvo la bendición de lograr darle vida por segunda vez al convertirse en su milagro: su donante de órganos. El pequeño Alger, de apenas 10 años, volvió feliz y sonriente a casa, después de recibir parte del hígado izquierdo de su progenitor, el cual fue trasplantado exitosamente por especialistas del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
Los médicos especialistas determinaron que, para resolver esta patología, se requería realizar un trasplante de hígado. Sin embargo, ante la falta de donantes voluntarios pediátricos y por no ser apto dentro de la lista de condiciones de trasplantes cadavéricos, se optó por la posibilidad de buscar el órgano en un familiar directo.
[Lee también: Minsa reporta 14 fallecidos y 408 contagiados por COVID-19 en las últimas 24 horas]
Es así que Américo Herrera Durand de 44 años no lo pensó dos veces y, tras diversos estudios clínicos que confirmaron la compatibilidad del órgano, se convirtió en el donante que su hijo necesitaba para vivir.
EsSalud sostuvo que desde el 2016 a la fecha, el hospital Rebagliati de EsSalud ha realizado 38 trasplantes de hígado pediátrico con excelentes resultados. Actualmente, se han adaptado nuevos protocolos y procedimientos de atención con características específicas debido a la pandemia por el nuevo coronavirus.
El doctor Michael Quispe, gastroenterólogo del equipo de trasplante pediátrico de hígado del hospital Edgardo Rebagliati, resaltó que los avances y técnicas médicas actuales permiten utilizar segmentos de un hígado adulto (habitualmente del padre o la madre) para concretar la intervención.
“Nos sentimos contentos de que a pesar de todas las dificultades que conlleva un trasplante hepático, todo salió de manera exitosa y que el día de hoy pueda regresar Alger a su casa con su familia”, manifestó el especialista.
La historia del pequeño Alger se remonta a su primer mes de nacido, cuando los doctores a cargo le detectaron atresia de vía biliares, por lo que fue sometido inmediatamente a una cirugía de Kasai que le permitió seguir viviendo con el mismo hígado por varios años. Sin embargo, durante ese período, tuvo complicaciones y varias cirugías en el abdomen, por tanto, necesitaba de un trasplante para continuar con vida.
La compleja cirugía, que duró cerca de 24 horas debido a que el niño había sido operado en varias oportunidades, estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario conformado por cirujanos, anestesiólogos, cardiólogos, enfermeras y tecnólogos médicos de la Unidad de Trasplante Hepático Pediátrico del hospital Rebagliati.
Luego de 45 días de realizada la exitosa operación, el pequeño Alger recibió el alta médica definitiva y retornó a casa de la mano de su padre, en medio de los aplausos y vivas de los médicos tratantes y personal asistencial que estuvieron a cargo de su atención. Tanto el menor como el padre acudirán a las evaluaciones post trasplante semanalmente.