Mientras las familias recibieron el Año Nuevo con mucha alegría, otro grupo de personas no paró en su lucha contra la pandemia del COVID-19. Hablamos del personal médico y asistencial de EsSalud que atendió, sin parar en las 21 Villas o Centros de Atención y Aislamiento Temporal que cuenta la entidad a nivel nacional. Pero en medio de las difíciles circunstancias, hubo espacio para la celebración bajo el lema: “No se confíen”.

El presidente ejecutivo de EsSalud, Mario Carhuapoma, recibió el Año Nuevo en la Villa Rebagliati donde comprobó los denodados esfuerzos del personal que hace todo lo posible por evitar que los 70 pacientes internados ahí terminen en las UCI.

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Cuando el reloj marcó las 12 a. m., el tradicional uniforme o equipo de protección personal (EPP) de pronto se vio adornado por collares, lentes, guirnaldas y todo tipo de cotillón para dar inicio a la pequeña caravana cama por cama. Previstos de un parlante, médicos y enfermeras desfilaron por los pasillos que albergaban a los pacientes COVID con un solo mensaje: celebrar la segunda oportunidad que les da la vida y dar gracias a Dios porque pronto se reunirán con sus familias.

En ese sentido, Carhuapoma solicitó a la ciudadanía a no confiarse y seguir manteniendo los cuidados para evitar la infección, más aún cuando los casos producidos por la variante ómicron siguen en aumento.

“Quiero darle las gracias a todo el personal. Estos pacientes, si bien no la pasaran con sus seres queridos, la familia de EsSalud les ha traído un poco de alegría y muestras de cariño para que no bajen el ánimo, se recuperen y vuelvan a casa. No debemos bajar la guardia, aquí en la Villa Rebagliati hace tres días había 25 pacientes y ahora tenemos 70”, señaló el presidente ejecutivo de EsSalud.

Esta celebración sorprendió a los pacientes, quienes se mostraron agradecidos por este pequeño momento de alegría.

“En casa nos cuidábamos, casi no salíamos, pero algunos familiares que no tuvieron cuidado trajeron el virus y ahora estamos internados. Nos sentimos muy agradecidos con todos los médicos y enfermeras que están aquí, trabajando en año nuevo y sacrificando a sus familias, para cuidar nuestras vidas”, señaló, emocionada, una madre de familia, sorprendida con la improvisada celebración.

INCREMENTO DE CASOS EN TRES DÍAS

La Villa Rebagliati cuenta con un total de 150 camas de las cuales, hasta hace tres días, estaban ocupadas solo 25. En las últimas horas, el número de pacientes positivos al coronavirus llegó a superar las 70 personas, ocho de los cuales han requerido de cánulas de alto flujo para apoyo oxigenatorio.

El equipo de profesionales de salud que dejó a sus familias la noche de Año Nuevo estuvo conformado por once médicos generales, dos médicos especialistas, catorce enfermeras y ocho técnicas.

Actualmente la Villa Rebagliati cuenta con 52 camas disponibles, preparadas con oxígeno de alto flujo, para aquellos pacientes que lo necesiten y tiene la posibilidad de habilitar más camas según requerimiento de pacientes.