Un perro de raza pitbull que se encontraba encerrado en un quiosco, en el distrito de La Victoria, fue rescatado por agentes de la Policía Nacional tras una denuncia de presunto maltrato animal. De acuerdo con los vecinos, fueron los constantes ladridos del can los que llamaron su atención y preocupación.

La intervención se produjo este jueves 31 de agosto, en la intersección de las avenidas Manco Cápac e Isabel La Católica. Durante 30 minutos, los efectivos de la Policía de Rescate realizaron diversas maniobras para liberar al animal.

Finalmente, los policías lograron retirar al perro, quien llevaba puesto un chaleco rojo y llevaba una cuerda en el cuello, a modo de correa.

VECINOS DE LA VICTORIA DENUNCIAN MALTRATO ANIMAL

Según contó una vecina, una mujer alquilaba el quiosco desde hace tres meses y venía a alimentar al pitbull en diferentes horas del día. Lo paseaba algunos minutos y luego volvía a encerrarlo.

“Durante tres meses. Esto ha sido todos los días, no ha sido una semana o un día. Yo he llamado muchas veces a la municipalidad para que vengan, porque no puede estar el perro así, pero nunca me han hecho caso”, refirió la vecina.

De acuerdo con su testimonio, la dueña del animal sería una persona en condición de calle quien habría tomado la decisión de encerrar a su perro en un quiosco por temor a que se perdiera o se lo roben.

APARECE LA DUEÑA DEL PERRO RESCATADO EN LA VICTORIA

Tras el rescate, los agentes de la Policía de Rescate estabilizaron al perro y lo trasladaron a la Comisaría de La Victoria para brindarle refugio e iniciar con las investigaciones. Horas después, llegó su dueña.

Ana Salas Paja, procedente de Juliaca, confirmó que tomó la decisión de encerrar a ‘Bandán’ en un quiosco de periódicos porque no tenía un lugar fijo para vivir. Ella habría llegado a Lima hace tres meses para trabajar como comerciante, sin éxito.

“Yo me alquilé este módulo en el mes de junio, le pagué al dueño por adelantado al dueño 250 soles. Nunca he trabajado con periódicos, venía que solo ganaba 30 céntimos. Le dije que ya no iba a trabajar, pero no quiso devolverme mi plata”.

Ana Salas comentó que en un inicio dormía en el quiosco con su mascota, que tendría desde sus primeros días de nacido. Luego, logró alojarse en un hostal, sin embargo, no le dejaba pernoctar con el perro.

La comerciante admitió que no eran las mejores condiciones para tener a su mascota y aseguró que coordinará con unos familiares que viven en Huachipa para dejarlo con ellos y le brinden una mejor atención.