Todas las empresas deberían tener también una acción proactiva en la solución del desastre por el derrame de 6 mil barriles de petróleo en el mar de la zona de Ventanilla y Ancón para que de alguna manera se nos ayude a quitarnos la percepción que nos ha generado la reacción fría de Repsol.

Es lo que sostuvo la exministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, en diálogo con Cara A Cara, quien dijo también que con lo que hizo Repsol, todas las empresas están cayendo en el mismo saco y aparecen como que no les importa la defensa del medio ambiente. 

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Esta afectación es al patrimonio nacional, por eso hay que sumar esfuerzo entre todos los sectores, dijo Muñoz, agregando que "todos aquellos que podamos hacer algo, tenemos que hacerlo desde distintos frentes". 

Lamentó sin embargo que aún no se haya dimensionado realmente el impacto de la catástrofe ambiental que tenemos y no se ha formulado la llamada urgente a quienes tienen la tecnología para recoger el crudo que no solo afecta el mar, sino también la arena y se mete entre las grietas de las rocas que tenemos en esa zona.

Al hablar de todo el impacto que ha generado este derrame, la exministra se refirió a los pescadores que viven el día a día gracias a la pesca y tienen afectado el ingreso para sus familias, sumando al problema social, un problema económico.

Por esa razón, a Fabiola Muñoz le sorprendió la frialdad de Repsol luego de ocurrido el desastre. "Creo que no estaba a la altura de lo que estábamos esperando. Ellos debieron reconocer que este es un tema de dimensiones mayores y que se solidarizaba con la situación, pero lo más importante que se comprometían a actuar con un sentido de urgencia, que lamentablemente no hemos visto en este caso", subrayó.

Muñoz pidió que hay que tener en claro quién lidera esta situación para estar coordinando las acciones a desarrollar. Lo puede hacer la Presidencia del Consejo de Ministros, o lo podría hacer también el Ministerio del Ambiente, pero lo más urgente es convocar al sector privado que tiene la tecnología para retirar el crudo derramado, remarcó.