Cirujanos plásticos del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, reconstruyeron el cuello de una niña que había quedado con cicatrices retráctiles por quemadura grave y que provocó que su mentón estuviera pegado a su pecho.

El noviembre del año pasado, Alexandra M.O., natural de Moquegua, resultó con lesiones graves tras jugar con alcohol en gel que al hacer contacto con el fuego y su ropa sintética hizo que se quemen sus miembros superiores, pecho y cuello.

La pequeña de cinco años terminó con secuelas graves producto de las quemaduras y su cuello pegado al pecho. Tras ser sometida a microcirugía reconstructiva, que consistió en retirar un colgajo de su espalda para implantarlo en la parte afectada, ahora tiene un cuello nuevo.

Los cirujanos plásticos usaron un microscopio quirúrgico que les permitió observar las venas y arterias del colgajo retirado para implantarlo a la niña mediante anastomosis microquirúrgicas.

“En microcirugía reconstructiva usamos un microscopio para mover, reconstruir, reponer y conectar los vasos sanguíneos de un lado a otro. No podemos fallar en esas conexiones”, contó el cirujano plástico, Julio Rivera Del Carpio.

El equipo médico también estuvo integrado por los cirujanos Fabio Tito Vallejos, Leyla Meléndez Álvarez y Luis Huamán Surco del Eje Quemados que desde el 2014 han realizado más de setenta micro cirugías reconstructivas.

Hoy, Alexandra puede mover su cuello y llevar una vida normal. La directora general del INSN San Borja, Zulema Tomas Gonzáles, recordó que la institución recibe 300 a 400 niños quemados al año y la principal causa es el líquido caliente y el fuego directo.