Primera ministra británica Liz Truss dimite tras seis semanas en el cargo
La primera ministra británica, la conservadora Liz Truss, anunció este jueves su dimisión apenas seis semanas después de llegar al poder, acorralada por sus propias filas al día siguiente de una jornada catastrófica para su gobierno.
“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, declaró Truss, que se convirtió en la jefa del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo.
Un nuevo proceso de votación interna de los conservadores se organizará “de aquí al final de la próxima semana” para elegir al nuevo primer ministro, precisó Truss, de 47 años.
El anuncio se produjo tan solo unos momentos después de que su portavoz asegurara que la mandataria no tenía previsto dejar el cargo y que seguía trabajando con el ministro de Finanzas Jeremy Hunt para presentar un plan económico.
Sin embargo, Truss se reunió a media mañana con el diputado que encabeza el poderoso Comité 1922, encargado de la organización interna del Partido Conservador, y por ende, de un posible procedimiento de sucesión.
La primera ministra se enfrentaba a la rebelión entre sus filas y desde el miércoles, más de una decena de diputados conservadores habían pedido su renuncia.
“Liz Truss debe irse lo más pronto posible”, sentenció en una tribuna del Daily Telegraph David Frost, que le había brindado un fuerte apoyo.
La popularidad de Truss cayó en picado después de que diera un giro radical y abandonara su paquete de medidas económicas, que incluía recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
El miércoles, Truss sufrió un nuevo revés con la dimisión de su ministra de Interior, Suella Bravermam. Su renuncia se sumó a la destitución, el 14 de octubre, del entonces ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng.
Aunque Truss aseguró que era una “luchadora” y no “alguien que abandona”, su cargo pendía de un hilo.
AFP