Las Naciones Unidas denunció este martes el aumento "alarmante" del número de refugiados rohinyás que mueren en peligrosas travesías por el mar al tratar de huir de Birmania o de Bangladés.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) "registró un aumento alarmante del número de muertos. Al menos 348 personas murieron o desaparecieron en el mar en 2022, lo que hace de ese año el más mortal desde 2014", declaró la portavoz de la agencia de la ONU, Shabia Mantoo, durante una rueda de prensa en Ginebra.

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El año pasado, más de 3.500 rohinyás, trataron de huir de Birmania, donde la junta militar en el poder persigue a esta minoría; o salir de Bangladés, donde cientos de miles viven en campamentos superpoblados, añadió Mantoo.

Según ella, 3.040 rohinyás que trataron de huir por mar desembarcaron el año pasado en Birmania, Malasia, Indonesia y Bangladés. Casi el 45% eran mujeres y niños.

"La mayoría de los barcos salieron de Birmania y Bangladés, lo que subraya la desesperación creciente entre los rohinyás en esos dos países", declaró Mantoo.

"Los que desembarcaron explican que hicieron estos peligros viajes por mar para encontrar protección, seguridad, reunificación familiar y medios de subsistencia en otros países", precisó la portavoz.

Los rohinyás, una minoría musulmana apátrida instalada en Birmania desde hace generaciones, son considerados como intrusos en ese país.

Cientos de miles de ellos huyeron en 2017 a Bangladés, el país vecino, tras la sangrienta represión del ejército, que la ONU investiga como genocidio.

Ante esta situación, Acnur pidió más solidaridad regional para evitar que "más personas" mueran en alta mar.