Las manifestaciones contra el Gobierno iraní, que estallaron en todo el país desde la semana pasada, devinieron en disturbios que han dejado al menos 20 muertos y más de 450 detenidos. Esta jornada de protestas, considerada la más desafiante en nueve años, es motivada principalmente por las dificultades económicas y la corrupción en la república islámica.

Si bien el ayatolá Alí Jamenei ha responsabilizado a los “enemigos de Irán” sin acusar directamente a nadie, el secretario de Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Shamjaní, apuntó a Estados Unidos, Reino Unido y Arabia Saudita como los gestores de estas protestas.

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En medio del descontento popular el gobierno de Teherán ordenó cortar totalmente el acceso a las redes sociales.

A través de Twitter el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó al régimen de Rouhani y manifestó su apoyo a los manifestantes. El líder iraní ha cuestionado la postura de Trump asegurando que hace unos meses llamó nación terrorista al pueblo iraní.