Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, aseguró otra vez que el nuevo coronavirus que azota al mundo probablemente surgió en un laboratorio chino, especificando tener “evidencia” de ello pero “no certeza”.

“No tenemos certeza, y hay evidencia significativa de que esto provino del laboratorio. Esas dos declaraciones pueden ser ciertas”, dijo Pompeo cuando se le preguntó en rueda de prensa sobre los comentarios divergentes de altos funcionarios estadounidenses.

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Pompeo también exhortó a los países a presionar a China para que entregue más información sobre el origen de la enfermedad que ha matado a más de 250.000 personas y lleva a la peor recesión en casi un siglo a la economía global. 

“El pueblo estadounidense sigue en riesgo porque no sabemos (...) si comenzó en el laboratorio o si comenzó en otro lugar”, afirmó Pompeo, exjefe de la CIA.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó las afirmaciones de Pompeo de “especulativas” y el principal epidemiólogo que asesora a la Casa Blanca, Anthony Fauci, dijo en una entrevista esta semana que toda evidencia hasta ahora “indica fuertemente” un origen natural del nuevo coronavirus.