Como parte de su nueva gira Latinoamericana, el sumo pontífice, Francisco I, hizo una escala en Cuba para reunirse con el patriarca ortodoxo ruso Kiril (Cirilo) a fin de unir a los católicos y ortodoxos en la defensa del cristianismo.

Este encuentro es histórico ya que el año 1054 se produjo el Cisma de Oriente y Occidente que significó la mutua separación y excomunión entre el máximo jerarca de la Iglesia católica en Roma, el Papa u Obispo de Roma, de los jerarcas eclesiásticos de la Iglesia ortodoxa especialmente del principal de ellos, el patriarca ecuménico de Constantinopla.

Después de este evento, ambos líderes religiosos firmaron una declaración conjunta que destaca la esperanza de que la cita contribuya a la obtención de "la unidad mandada por Dios".

Cabe precisar que esta es la segunda vez que Francisco pisa suelo cubano. La anterior vez fue en la visita oficial realizada por el Pontífice en septiembre de 2015.

Después de visitar Cuba, el Papa se dirigirá a México para una visita oficial de seis días.

(Con información de BBC Mundo)