Un ciudadano argentino, pasajero de uno de los cruceros que se encuentra en cuarentena frente a las cosatas de Yokohama, en Japón, se convirtió en el primer latinoamericano infectado con el coronavirus, que en China ya cobró la vida de más de 630 personas. El hombre proveniente de Buenos Aires, se encontraba de vacaciones junto a su esposa, una ciudadana chilena. 

Otra pasajera, también de nacionalidad chilena, acompañaba a la pareja y sostuvo que el hombre se encontraba bien y no mostraba síntomas, sin embargo, el test dio positivo.

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"Es una persona mayor pero que estaba bastante saludable. Si bien le detectaron el coronavirus y lo llevaron al hospital, no es alguien a quien hayan llevado grave. No es una persona que demuestra la enfermedad, estaba bien. Él no estaba grave. Hablé con su señora y no entendía por qué se lo llevaban, porque no estaba con síntomas. Pero el test le dio positivo. A su mujer le dio negativo”, detalló.

Este caso se suma a la lista de los 61 pasajeros infectados del crucero, donde se encuentran japoneses, estadounidenses, australianos, canadienses y un británico. Los demás pasajeros permanecen en sus camarotes, mientras que los infectados se encuentran aislados para su tratamiento. Los viajeros no podrán dejar la embarcación hasta el 19 de febrero.

Científicos chinos afirman que los pangolines pueden ser el vínculo que permitió que el coronavirus se propague de los murciélagos a los humanos. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mundo se está quedando sin máscaras y otros equipos de protección ante la epidemia.

Por otro lado la muerte del médico Li Wen-Liang, quien fue reprendido por las autoridades por alertar sobre el virus, generó severas críticas en contra de las autoridades. Ahora el médico es considerado por la población china un héroe nacional.