Protestas en Corea del Sur en rechazo al plan de Japón para verter aguas tratadas de la central nuclear de Fukushima en el océano Pacífico.

El pasado fin de semana, cientos de manifestantes salieron a las calles para denunciar el proyecto del gobierno nipón que busca deshacerse de más de 1 millón de toneladas de agua contaminada, previamente tratada y almacenada en la central qué está cerca a saturarse.

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Las protestas coincidieron con la visita de Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), quien llegó a Corea del Sur para tratar este teman con el ministerio coreano de Relaciones Exteriores.

Legisladores de la oposición surcoreana también se movilizaron contra el plan de Tokio y algunos se pusieron en huelga de hambre.

La polémica se desató luego de que el OIEA aprobara el proyecto de Japón que, según la agencia de la ONU, cumple con las normas internacionales de seguridad y tendrá un impacto mínimo en la población y el medio ambiente.

El gobierno de Corea del Sur afirma respetar la decisión del OIEA, pese al rechazo de la oposición y las crecientes protestas de cientos de surcoreanos que están preocupados y exigen la cancelación del plan de Tokio.

MÁS PAÍSES SE OPONEN LA PLAN DE JAPÓN SOBRE FUKUSHIMA

La planta de Fukushima quedó devastada por un terremoto y un tsunami acaecido el 11 de marzo de 2011. A doce años del accidente nuclear, los países asiáticos tienden diferentes posturas sobre las intenciones de Japón de liberar las aguas de la central.

Corea del Norte criticó el domingo al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) por aprobar el plan japonés para verter en el océano agua tratada de la planta nuclear de Fukushima.

Aunque más extrema ha sido la reacción de China, cuyas autoridades aduaneras dispusieron prohibir la importación de algunos alimentos provenientes de Japón, en respuesta a la iniciativa.