En China comenzó el festival de carne de perro que se realiza en la ciudad de Yulin, en donde se tiene previsto que al menos cinco mil canes sean sacrificados para consumir su carne durante 10 días.

Diversos vendedores ya han sido fotografiados comercializando la carne de cachorros, incluso antes de que diera comienzo el festival, a pesar de las protestas por crueldad animal y la emergencia sanitaria que enfrenta el mundo debido a la pandemia del COVID-19.

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Ante dicha celebración, algunos activistas locales han intentado detener la práctica rescatando a perros callejeros que eran transportados en el interior de camiones que presuntamente se dirigían a Yulin. 

De hecho, en esa misma provincia la Policía arrestó a una persona en la ciudad de Mianyang después de hallar en su casa 56 canes enjaulados y herramientas de matanza.

Los activistas denuncian que los animales rescatados estaban muy débiles y que algunos podrían ser mascotas robadas, ya que portaban collares. 

Los vecinos del detenido explicaron que el hombre estuvo vendiendo perros para comer durante cerca de dos décadas.

En diciembre de 2020, la comercialización de carne de perros y gatos para el consumo humano continuaba en China, a pesar de que en abril de ese mismo año el Gobierno chino reclasificó a los canes como animales de compañía en lugar de fauna de consumo. 

Sin embargo, esta acción no ha impedido el asesinato de perros para obtener su carne y venderla.