China, a través de la Oficina Estatal china de Propiedad Intelectual (SIPO), aprobó este lunes la primera patente en el país de una vacuna candidata contra la COVID-19 y podría "ser producida en masa en un breve periodo de tiempo", según informaron medios locales.

La vacuna ha sido desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Pekín y la biofarmacéutica china CanSino Biologics.

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Catalogada como "Ad5-nCoV", la vacuna utiliza un virus debilitado del resfriado común para introducir material genético del coronavirus dentro del cuerpo humano.

De acuerdo a una investigación publicada en la revista The Lancet, hace algunas semanas, los resultados de la segunda fase de los ensayos clínicos, que incluyó a 500 personas, revelaron que la vacuna es segura e induce a una respuesta inmune contra el coronavirus.

"La vacuna ha mostrado buena respuesta inmunológica en ratones y roedores, y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humor al en poco tiempo", señaló por su parte el diario cantonés Southern Metropolis.

Sin embargo, se precisa que la efectividad y seguridad de la vacuna deberá confirmarse en la fase III del ensayo, algo que se dará fuera del territorio chino.