Miles de profesores del sector público en Chile marcharon por primera vez este miércoles bajo el gobierno de Gabriel Boric, para exigir el pago de una millonaria deuda salarial que acumula el Estado desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La principal movilización transcurrió sin incidentes en Santiago, donde decenas de colegios suspendieron las clases por 24 horas.

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Los docentes salieron a las calles para reclamar por un pasivo que se calcula en alrededor de 8.000 millones de dólares derivado de una reforma aprobada bajo el gobierno militar. "Hay una deuda con los profesores, una deuda histórica, del año de la dictadura", reclama la profesora de historia Katherine Reyes. 

Pinochet transfirió el manejo de la educación pública del poder central a los municipios, en el marco de sus políticas de reducción del aparato estatal. Los municipios por años rehusaron cumplir con los ajustes salariales por no contar con los recursos, lo que afectó de paso el aporte a las jubilaciones. Unos 76.000 profesores se vieron impactados por esta reforma. 

"DEUDA HISTÓRICA"

El presidente Boric, que asumió en marzo de 2022, se comprometió a saldar esa "deuda histórica" con los recursos de una reforma tributaria que ya fue rechazada por el Congreso, pero que el gobierno intenta revivir con un nuevo proyecto de ley que presentará las próximas semanas.

"Es algo (a lo) que se comprometió el gobierno y gobiernos anteriores. Algunos profesores han fallecido y esto no se ha solucionado", señaló la profesora Tania Chacón en el marco de la movilización.

Por su parte, Carlos Díaz, presidente del Colegio de Profesores, anunció para la semana próxima una nueva huelga por 48 horas. "De no haber respuesta la próxima semana tenemos una paralización por 48 horas y posteriormente un paro nacional indefinido", señaló Díaz a la AFP.

Entre sus otras peticiones, los docentes exigen tener un mejor ambiente laboral y que los docentes preescolares reciban los mismos bonos económicos que el resto de profesores.