Para el exministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, el punto crítico del sistema pensionario en el Perú persiste en la informalidad numerosa del grupo de la población económicamente activa.

“La teoría sí funciona. El único problema es que nosotros somos un país atípico. Donde el casi 75 % de nuestra población económicamente activa; es decir, aquellos que están activos para trabajar, es informal”, explicó.

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No tienen un puesto formal, por tanto, no contribuyen al sistema pensionario, agregó Thorne. “Y ellos tampoco se benefician de las pensiones. Entonces, tenemos solo un pequeño grupo de trabajadores, cerca del 25 %, que puede acceder a este sistema”, precisó.

Y eso, como decimos nosotros los economistas, rompe las economías al decir: “no generamos suficiente masa de dinero como para poder financiar las pensiones de aquellos que entran al retiro”, acotó el exministro.

Sostuvo, asimismo, que en una economía desarrollada, el 90 % tiene trabajadores formales y cerca del 10 % son independientes, lo cual significa que el sistema funciona muy bien.

En cambio, para Pedro Francke, exministro de Economía y Finanzas del gobierno de Pedro Castillo, otra variable en la problemática del sistema previsional “es la forma cómo hemos pensado el sistema”.

En el sentido que toda la parte pensionaria está vinculada al trabajo formal y a la contribución del trabajo formal, indicó. Explicó que en muchos países se han hecho propuestas para sistemas pensionarios independientes del trabajo y financiados con contribuciones como una parte del IGV o un impuesto especial.

“De tal manera que las contribuciones no son necesariamente desde la planilla como son actualmente, si no que tengan otra lógica”, ahondó.

Francke reveló que en todas partes del mundo la pensión cuesta. “Y si el costo va sobre la planilla de todas maneras eso hace que la gente prefiera evadir”, puntualizó.