Machu Picchu, la emblemática ciudadela inca, reabrió oficialmente sus puertas al turismo nacional y extranjero este domingo en medio de una serie de reglas y protocolos sanitarios para evitar la propagación del COVID-19.

Fueron casi ocho meses que el santuario histórico y parque arqueológico, declarado Patrimonio Mundial y una de las siete nuevas maravillas del planeta, estuvo cerrado al público a consecuencia de la pandemia del coronavirus.

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Al recibir el sello Safe Travels, otorgado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, que lo certifica como un destino seguro, las autoridades distritales en coordinacion con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, decidieron  reabrir las puertas con la novedad de permitir el ingreso gratuito para todos los peruanos durante los primeros 15 días de noviembre.

La expectativa causada por la reapertura de la gran zona arqueológica del Perú y del mundo fue tremenda. Miles se lanzaron a inscribirse, y en apenas dos días, las entradas se agotaron. Todos los visitantes se comprometieron a acatar las medidas exigidas por el protocolo sanitario.

El turismo fue una de las actividades más golpeadas debido a la situacion de emergencia. Machu Picchu sintió el impacto. Solo había cerrado sus puertas al público, durante dos meses, en el 2010, cuando un aluvión destruyó la vía férrea desde Cusco.

Hoy durante la reapertura y de acuerdo a los protocolos sanitarios sólo se permitió que 675 visitantes permanecieran en el lugar, estableciéndose grupos de 8 visitantes con un guía y cumpliendo un distanciamiento social de 1.5 a 2 metros entre personas.

Asimismo, los visitantes se comprometieron a llevar obligatoriamente mascarilla, evitar aglomeraciones y medirse la temperatura al ingreso para certificar que no están con fiebre, como parte de los protocolos de bioseguridad en esta etapa de nueva normalidad en el marco también de la  reactivación económica y turística del Perú.