El jefe del gabinete ministerial, Alberto Otárola, afirmó categórico que la presidenta Dina Boluarte no va a renunciar. "Ese hecho no se va a dar, y no porque ella no quiera hacerlo, sino porque la Constitución requiere que la sucesión constitucional que se ha dado, se afiance", agregó.

"Y porque dejar la Presidencia de la República sería abrir una puerta peligrosísima para la anarquía y el desgobierno y eso no va a ocurrrir", aseveró el premier durante la conferencia de prensa, al término del Consejo de Ministros.

[Lee también: Presidenta Boluarte reafirmó ante la CIDH el compromiso de seguir promoviendo el diálogo y la paz social]

"Quiero dirigirme a los 33 millones de peruanos. Confíen en la democracia, confíen en el Estado de derecho, confíen en los derechos humanos, confíen en sus instituciones, tengan confianza en su Policía, en sus Fuerzas Armadas", expresó.

"Sabemos claro cuál es nuestro mandato, sabemos qué cosa debemos hacer y qué cosa no podemos, ni debemos hacer. Y en esto quiero reiterar el sentido de autocrítica que podemos tener, sobre algunas decisiones que se han tomado, pero lo reiteramos, la presidenta está firme en la conduccción del país, no está gobernando en piloto automático, como ustedes lo han podido ver, estamos tomando decisiones a favor de los 33 millones de peruanos", manifestó.

Esto me permite insidir en un tema muy importante, indicó Otárola. "La ley de adelanto de elecciones está en la agenda del Congreso de la República y gran parte de la solución de este problema está en que el Congreso decida de una vez por todas el sentido de la ley y la ratifique en fecha próxima", añadió.

Luego continuó señalado que "la posición del Gobierno desde el día 1 (fue el primer proyecto que enviamos al Congreso), fue la ley de adelanto de elecciones y esa es la salida constitucional a la crisis, porque siempre la salida debe ser institcuional y no extrainstitucional.

"No es posible adelantar las elecciones por el calendario electoral", explicó el premier Otárola. "No sería posible garantizar una elecciones democráticas, transparentes y justas en un plazo menor al que se ha establecido y que está pendiente de ratificación por parte del Congreso de la República, concluyó.