Con la llegada de la Semana Santa, el Ministerio de Salud (Minsa), a través del Instituto Nacional de Salud (INS), emite una advertencia sobre los riesgos para la salud asociados con los ayunos prolongados, una práctica común en algunas tradiciones religiosas.

El nutricionista del INS, Luis Aguilar, enfatiza que el ayuno prolongado puede representar un peligro para la salud, ya que puede alterar el funcionamiento de varios órganos y afectar el sistema nervioso, con posibles consecuencias irreversibles a nivel cerebral.

Asimismo, Aguilar destaca que los síntomas del ayuno prolongado pueden incluir mareos, dolor de cabeza, cansancio, debilidad, malestar gástrico y aumento de la frecuencia cardíaca. Además, el hambre prolongado puede generar ansiedad y estrés, afectando el estado de ánimo y el bienestar general de las personas, especialmente en grupos vulnerables como niños, adolescentes, adultos mayores, gestantes y madres lactantes.

Ante este panorama, el especialista aconseja mantener una alimentación balanceada que incluya frutas y verduras a diario, seleccionar alimentos naturales y evitar los ultraprocesados, controlar el peso corporal, reducir el consumo de sal y azúcar, realizar actividad física regularmente y mantenerse bien hidratado, con la ingesta de al menos ocho vasos de agua al día.

Es importante recordar que cualquier práctica de ayuno, incluidos los ayunos intermitentes, debe ser realizada bajo la supervisión de un nutricionista especializado, ya que pueden proporcionar información detallada sobre los beneficios y desventajas de dichas prácticas, así como alternativas que se ajusten a las necesidades nutricionales individuales de cada persona.

De esta manera, el Minsa insta a la población a tomar precauciones y cuidar su salud durante la Semana Santa, evitando prácticas de ayuno prolongadas que puedan poner en riesgo su bienestar. Además, se recomienda buscar orientación nutricional profesional para garantizar una alimentación adecuada y equilibrada en todo momento.

Foto: Ministerio de Salud