El presidente de la República, Pedro Castillo, junto con el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, supervisó los trabajos de limpieza que se vienen realizando en la playa Los Pocitos, ubicada en la bahía de Ancón, una de las afectadas por el derrame de petróleo de la empresa Repsol.

“Ratifico el compromiso del Gobierno para no solo sancionarla, sino también hacer responsable a la empresa. Esta empresa tiene que pagar los daños que ha ocasionado a la población y a la naturaleza, por eso estamos acá”, declaró desde la zona.

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Añadió que tiene una agenda bastante apretada, ya que hoy debía viajar a Arequipa. “Yo tengo el deber de estar acá donde está la mayor necesidad. Este trabajo no puede quedar así como está, compañeros”, dijo.

Por su parte, el titular del Ambiente indicó que su sector está monitoreando las actividades de la empresa y el cumplimiento del cronograma que ha puesto el organismo fiscalizador. “Hoy se cumple un módulo de trabajo que deben entregar, en caso contrario, se le va a multar”.

Agregó que el procurador público ha iniciado una acción legal, no solo por el daño al ambiente, sino también por los daños sociales y morales a las peruanas y peruanos. “Desde la semana pasada venimos trabajando con los pescadores; y no solo con ellos, sino con todos los afectados. Ellos serán beneficiados con las acciones para remediar el daño ocasionado”.

Es importante mencionar que el derrame de petróleo ha ocasionado que los pescadores artesanales atraviesen por una situación de vulnerabilidad, al haberse perjudicado los ingresos económicos para sus familias provenientes de la extracción de los recursos hidrobiológicos.

Hasta el momento, 21 playas de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón y Chancay han sido afectadas por el crudo, según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).