Navidad en familias separadas: cómo tomar decisiones que protejan a los hijos

En "Más conectados" se explican las reglas que deben tener en cuenta los padres separados para organizar la Navidad y el Año Nuevo de sus hijos sin afectar su bienestar emocional. Foto: captura.
En Más conectados, se abordó un tema que cobra especial relevancia en diciembre: cómo organizar la tenencia y las visitas de los hijos cuando los padres están separados, sin afectar su bienestar emocional. Con la llegada de Navidad y Año Nuevo, muchas familias enfrentan decisiones difíciles que, si no se manejan con cuidado, terminan perjudicando a quienes menos deberían cargar con los conflictos: los niños.
Durante el programa, se puso sobre la mesa una pregunta clave para miles de hogares: ¿con quién deben pasar las fiestas los hijos cuando los padres ya no conviven? La conversación giró en torno a los derechos de los menores, las obligaciones de ambos padres y las herramientas legales que existen en el país para evitar enfrentamientos innecesarios.
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LA TENENCIA COMPARTIDA ES LA REGLA
En el Perú, la ley establece que la tenencia debe ser compartida. Así lo explicó Talía Zúñiga, defensora pública del Servicio de Defensa Legal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: “En el Perú hay un régimen, y está establecido que debe ser una tenencia compartida. Incluso si no hay un acuerdo, la ley establece que es una tenencia compartida, es decir, que ambos deberían compartir las mismas obligaciones”.
Esto significa que el tiempo del menor debe distribuirse de manera equitativa entre madre y padre, no solo para momentos recreativos, sino también para asumir responsabilidades escolares y del hogar.

NO DIVIDIR ENTRE EL “PAPÁ BUENO” Y EL “PAPÁ MALO”
Uno de los errores más comunes ocurre cuando un progenitor asume solo las tareas y obligaciones, mientras el otro se queda con los fines de semana de diversión. Este desequilibrio genera confusión emocional en los niños.
Zúñiga señaló: “Deben compartir las mismas obligaciones porque el menor no puede identificar a uno de los padres como solamente con quien salgo y hago actividades de recreación y al otro con las tareas y las obligaciones porque eso generaría una especie de alienación”.
La prioridad debe ser el niño, incluso cuando ambos padres trabajan y llegan cansados a casa.
CUANDO NO HAY ACUERDOS, EXISTEN VÍAS LEGALES
Si el diálogo no funciona, la primera alternativa es la conciliación. El Ministerio de Justicia cuenta con centros gratuitos donde los acuerdos pueden formalizarse.
Según explicó la especialista, “ese acuerdo que a veces no se cumple, lo pueden plasmar en un documento que tiene la calidad de sentencia judicial”.
Cuando el conflicto escala, el caso pasa a manos de un juez, quien fija horarios y evalúa cada situación, siempre pensando en el interés del menor.

ALIENACIÓN PARENTAL: UNA SEÑAL DE ALERTA
El programa también explicó qué es la alienación parental, un problema que ocurre cuando uno de los padres daña la imagen del otro frente al niño.
Zúñiga precisó: “La alienación parental está referida a que uno de los padres dañe la imagen del otro progenitor”. Este daño psicológico es evaluado por especialistas y puede influir en las decisiones judiciales.
NAVIDAD Y AÑO NUEVO: ACUERDOS PENSADOS EN LOS NIÑOS
En fechas festivas, lo ideal es llegar a acuerdos amistosos. Una opción es alternar Nochebuena y Navidad, o establecer años alternados para las celebraciones.
La defensora recordó: “Es imposible que se fuerce al menor a acudir a donde no quiere ir”. El bienestar emocional siempre está por encima de cualquier imposición.
CUIDADO CON EL CHANTAJE ECONÓMICO
Negar visitas a cambio de dinero es una falta grave. Zúñiga advirtió: “Cuando uno de los padres impide la comunicación con el otro, eso es una de las razones por las cuales se puede dictar una tenencia exclusiva en favor del otro”.
Ante estas situaciones, se debe acudir al juez y presentar pruebas.
FORMALIZAR PARA EVITAR PROBLEMAS
Uno de los consejos finales fue no confiar solo en acuerdos verbales. “Si es que hay un acuerdo verbal deben plasmarlo en un acto de conciliación porque ambos están de acuerdo, para que haya una constancia de ese acuerdo”, comentó la especialista.
Las fiestas no deben convertirse en un campo de batalla. Informarse, dialogar y usar las herramientas legales disponibles ayuda a proteger a los niños y a vivir una Navidad más tranquila.

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