En el Perú, más de siente mil pacientes se encuentras en la lista de espera para recibir un órgano o tejido. Personas que dependen de la generosidad de otros para poder recibir ese regalo que anhelan. Por tal motivo, la donación de órganos es el acto de desprendimiento más grande que existe, pues para estos pacientes constituye la diferencia entre la vida y la muerte.

Cada 23 de mayo se conmemora en nuestro país, el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejido. Juan Antonio Almeyda, director general de la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Bando de Sangre (DIGDOT), señaló que esta fecha sirve para rendir un homenaje a todas aquellas personas solidarias que donaron sus órganos y tejidos de forma altruista y voluntaria.

[Lee también: Congreso aprueba intangibilidad del retiro del 25% de la AFP]

“El reconocimiento también se extiende a las familias que pese al sufrimiento de haber perdido a un ser querido permitieron la donación y con ello se pudo salvar la vida de numerosos pacientes”, resaltó el funcionario.

Almeyda agregó que la mentalidad de nuestra sociedad respecto a la donación de órganos se encuentra cambiando de forma positiva. “Las personas deben tomar conciencia de lo importante que es decidir donar órganos; así como, conversar con la familia para que respeten esa determinación”, expresó.

El impacto de la donación no se limita al paciente, sino también a la calidad de vida de su familia y la posibilidad de retomar las metas y anhelos pendientes. “Un donante tiene el privilegio de beneficiar a más diez personas”, añadió el especialista del Minsa.

Para ser donante, la persona debe solicitar al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) que en su DNI se exprese su voluntad de serlo. También se puede realizar a través de la firma del acta de consentimiento para la donación voluntaria de órganos y tejidos en el Ministerio de Salud.