Aylan Kurdi, el niño sirio de 3 años cuyo cadáver fue encontrado en una playa de Grecia, es el símbolo de la crisis de refugiados, producto de una compleja situación política en países de medio oriente. El padre del pequeño ha enviado un mensaje al mundo, a los líderes de los países, para un cambio de actitud con ellos, a propósito de Navidad.

"Mi mensaje es que quisiera que todo el mundo abra sus puertas a los sirios. Si alguien le cierra las puertas en la cara a otra persona es muy difícil", aseguró el papá de pequeño hallado sin vida el pasado 2 de septiembre.

"Cuando abren una puerta ya nadie se siente humillado", manifestó el único sobreviviente de la familia que intentaba llegar a Grecia por mar, cuando el bote en el que iban naufragó.

En el accidente también murieron Galip (05), el hermano de Aylan, y su madre, Rehan, además de al menos otros 12 ciudadanos sirios.

"En esta época del año yo quiero pedirles que piensen en el dolor de tantos padres, madres y niños que buscan paz y seguridad. Sólo pido un poco de compasión", dijo Abdullah, en una grabación difundida por el canal británico Channel 4.

"Les deseo a todos un feliz año nuevo. Espero que termine la guerra en Siria el año próximo y que la paz reine en el mundo", finalizó.