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Midis: usuaria nativa en Ucayali cobra su primera pensión por discapacidad severa

Fiorella Rengifo, una de las 30 310 usuarias de pueblos indígenas u originarios del país que están afiliadas a la pensión no contributiva para personas con discapacidad severa.
Midis

Fiorella Rengifo, de 19 años y su hijo Hugo Alex. Foto: difusión.

Fiorella Rengifo, de 19 años y su hijo Hugo Alex. Foto: difusión.
16:54 horas - Miércoles, 9 Julio 2025

La historia de Fiorella Rengifo, de 19 años, parece sacada de un libro de aventuras. Vive en una zona lejana del país, tiene discapacidad severa de nacimiento y vive con su hijo Hugo Alex, de 9 meses, en la comunidad shipibo Nuevo Jerusalén de Sheshea, que está a unas 20 horas de viaje, por río, de Pucallpa, capital del departamento de Ucayali. 

Es una de los 30 310 usuarios de pueblos indígenas u originarios del país, que están afiliados a la pensión no contributiva para personas con discapacidad severa, en situación de pobreza o pobreza extrema, que entrega de manera bimestral el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), a través del Programa Nacional Contigo. 

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Gracias al trabajo articulado con la Omaped de la Municipalidad de Iparía, se logró ubicar a la joven madre luego de tres años para que pueda realizar el cobro efectivo de la pensión. No tiene celular y solo hay una pequeña antena en su centro poblado, que no tiene buena señal y que está a unas 12 horas de viaje –por lancha a motor– del distrito de Iparía de la provincia Coronel Portillo. 

“Participé en una carrera de sillas de ruedas en Iparía y la municipalidad me regaló mi silla”, comentó Fiorella, quien tuvo que viajar desde este distrito por otras ocho horas, por lancha rápida, junto a su pequeño hijo, su padre Constantino, de 59 años, y su hermana Erika para llegar a Pucallpa, llamada May Ushin (tierra roja) en shipibo. 

“Estoy alegre de recibir mi pensión, no sabía de estas cosas”, confesó con satisfacción tras recibir su tarjeta del Banco de la Nación que le permite acceder a la pensión no contributiva, que se le otorga a cerca de 143 000 usuarios en todo el país. Una gestora social del Programa Contigo le brindó el acompañamiento para que realice su primer cobro.  
   
Luego de esta actividad, que fue un momento emotivo y de mucha felicidad, Fiorella junto a su familia regresó a Iparía, distrito donde se ubica su comunidad nativa, que hace unos días estuvo de aniversario.

El Programa Contigo ratificó su compromiso a favor de los usuarios, pues realizó coordinaciones para que participe de una feria de servicios y pueda acceder a las atenciones de enfermería, vacunación y psicología. 

Después de recibir las atenciones de salud, la joven madre emprendió la travesía de regreso a su comunidad nativa, donde vive con su hijo, su padre y sus hermanos. Sin duda, su historia tuvo un final feliz para lograr la inclusión social de las personas más vulnerables del país. 

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