La pandemia afectó la continuidad de los servicios presenciales del cuidado de la salud y la lucha contra la anemia en las niñas y niños menores de 3 años del programa Cuna Más, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), pero ello no impidió la labor de las madres cuidadoras, facilitadoras y actores comunales de dicho programa, quienes adecuaron sus servicios a la nueva normalidad para afrontar y vencer a la anemia infantil.

Al iniciar la pandemia del COVID-19 en el 2020, en el distrito de Matara, Cajamarca, Milagros Pajares estaba embarazada y esperaba su segundo hijo Gustavo, situación que la preocupaba porque limitaba el cuidado y la atención que le brindaba a su primer hijo Aarón menor de un año, dejando incluso de darle de lactar. Esto afectó la salud de Aarón, quien tras ser tamizado fue diagnosticado con anemia.

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El confinamiento causó en Milagros y su pareja el temor de no recibir los servicios adecuados del Estado, pero gracias a los mensajes y llamadas telefónicas que recibió de la facilitadora Carmen Álvarez del programa Cuna Más, pudo conocer las recomendaciones y cuidados relevantes para un embarazo saludable, así como brindarles a sus hijos los alimentos y suplementos de hierro a sus horas, entre otros cuidados.

El cambio permitió que hoy ambos niños, Aarón de 28 meses y Gustavo de 13 meses de edad, se encuentren sanos, con peso y talla adecuados para su edad, así como libres de anemia.Milagros es usuaria del Servicio de Acompañamiento Familiar de Cuna Más, y ahora aconseja a las demás madres de su comunidad sobre la importancia de la atención durante la primera infancia.

“Cuna Más me brinda la información que necesito para estar más pendiente de mis niños. Ahora sé la importancia del agua segura, el lavado de manos constante y del juego. Cuando ingresé al programa, yo era madre primeriza y no sabía cómo debía criarlos. Ahora que veo a mis niños felices, me siento feliz, también mi esposo y toda mi familia”, señala Milagros Pajares.

Actora comunal

En el centro poblado Pampa Libre del distrito de Chancay, provincia de Huaral, región Lima, Violeta Vargas es una actora comunal voluntaria del Programa Nacional Cuna Más que en marzo de 2020 inició su labor. “Estaba muy entusiasmada por ir a la cunita y ver a los niños que tendría a mi cargo, pero a los pocos días se decretó la cuarentena y ya no fue posible. Pensé que ya no iba a seguir trabajando porque no sería necesaria”, recuerda.

Sin embargo, el programa Cuna Más puso en marcha diversas estrategias que permitieron continuar de forma remota con el monitoreo y vigilancia de sus usuarios. Así, Violeta comenzó a ser capacitada junto a los miles de actores comunales voluntarios que tiene Cuna Más a nivel nacional para dar atención de manera remota.

“Soy madre de cinco hijos, tengo cincuenta años. Postulé con mucha ilusión al ver que podía hacer acción social en mi comunidad. Actualmente, sigo siendo capacitada en todo momento y estoy muy contenta”, afirma Violeta, quien con el incentivo económico que recibe pudo sostener la economía familiar en una circunstancia difícil como fueron los primeros meses de la pandemia.

En el marco de la adecuación de los servicios al contexto no presencial, una vez al mes, Violeta junto a sus compañeras entrega a los cuidadores principales de sus niñas y niñosusuarios una canasta de alimentos no perecibles para reforzar su alimentación y nutrición, junto a un kit de higiene y protección con mascarillas, jabón y papel toalla. Y por única vez, distribuyó a inicio de año el kit de Desarrollo Infantil Temprano (DIT) con cuentos y juguetes según la edad.

Violeta aspira a continuar con su labor como madre cuidadora para lograr el desarrollo de las niñas y los niños de su comunidad y espera paciente el retorno del servicio presencial en la cuna para cuando sea seguro.