EE.UU.: niña pide entre lágrimas que cesen las muertes en la comunidad afroamericana
Un conmovedor testimonio infantil ha invocado a la reflexión sobre el racismo en todo el mundo pero sobre todo en Estados Unidos, donde se han registrado protestas y disturbios a raíz de la muerte de varios afroamericanos a manos de la policía.
Con lágrimas deslizándose sobre sus mejillas, la pequeña Zianna Oliphant, de 9 años, explicó ante la Alcaldía de Charlotte, en Carolina del Norte, cómo se sentía sobre este conflicto que ha generado gran tensión entre civiles y agentes del orden.
"He venido aquí para hablar sobre cómo me siento. Siento que estamos siendo tratados de una manera distinta al resto de la gente y no me gusta porque nuestro color no dice nada sobre nosotros. Somos personas de raza negra y no deberíamos tener que sentirnos así. No deberíamos protestar porque ustedes nos estén tratando mal. Hacemos esto porque lo necesitamos y tenemos derechos", expresó la menor.
Un nudo en la garganta le impidió continuar pero los presentes la alentaron a retomar su alocución y entre sollozos hizo énfasis en la situación de los niños huérfanos que deja este tipo de situaciones.
"He nacido y crecido en Charlotte, y nunca me he sentido de esta manera hasta ahora, no puedo soportar cómo se nos trata. Es una pena que estén matando a nuestros padres y a nuestras madres y no podamos verlos nunca más. Es una pena que tengamos que ir al cementerio y enterrarlos. Y llorarles. Nosotros necesitamos a nuestros padres y madres a nuestro lado", acotó.
Cabe señalar que la ciudad de Charlotte ha sido escenario de una serie de protestas tras el asesinato de Keith Lamont Scott, un afromericano de 43 años, el pasado 20 de setiembre. Scott habría estado desarmado pero pese a ello la policía lo acribilló. Si bien hay videos del suceso, estos no llegan a esclarecer la situación.
Este caso no ha sido el único en su tipo. El 16 de setiembre falleció en similares circunstancias Terence Crutcher, de 40 años, en Tulsa, Oklahoma; y el 27 de setiembre Alfred Olango, de 38 años, perdió la vida tras una intervención policial en El Cajón, California.