¿Te has dado cuenta que cuando estamos tristes nuestro cuerpo se va hacia abajo, pero cuando estamos alegres va hacia arriba? La tristeza se puede ver a kilómetros y la alegría también. ¿Por qué pasa eso? La respuesta se enfoca en la demostración de la energía.

Nosotros somos animales sociales y de una manera inconsciente reflejamos nuestro estado anímico.

¿Podemos cambiar nuestras emociones si modificamos nuestra corporalidad?

Al parecer sí, hay una base científica para creer que es posible.

Por ejemplo, estoy en mi casa triste, y cambio mi posición, aunque no sienta alegría o al contrario si quiero sentirme triste, aunque este alegre. ¿Puedo cambiar a mi cerebro? Al parecer sí, hay una base científica para creer que eso si es posible.

En una investigación se le pide a un grupo de personas que se ponga en posición de debilidad, y a otro grupo se le pide que se ponga en posición de seguridad. Son posiciones que alguien las adopta cuando se siente seguro o dominante y la otra cuando alguien se siente inseguro o angustiado.

Luego a los 2 grupos les midieron el nivel de testosterona (hormona de la seguridad) y cortisol (hormona del estrés). Los niveles de testosterona del grupo que estaba en posición segura aumentó, y en el caso del grupo que estaban inseguros su nivel de cortisol aumentó.

Luego a los 2 grupos les propusieron un juego de atrevimiento, y solo los que estaban con nivel alto de testosterona participaron y los otros que estaban temerosos no quisieron participar.

En resumen, si cambias tu corporalidad, cambias tu cerebro, tus hormonas y tu comportamiento sobre el mundo.